En 1911 la Comisaría Regia de Turismo decidió la construcción en Gredos de un alojamiento para las visitas del rey Alfonso XIII, aficionado a la caza. Pero no sería hasta 1926 cuando el Marqués de la Vega Inclán impulsó la construcción del primero de la red, el de Navarredonda de Gredos. Se buscaba la construcción de hoteles en lugares donde la iniciativa privada no podía llegar con el objetivo de potenciar el turismo de dichas zonas con características especiales de riqueza cultural, histórica o de naturaleza.
Fue el 9 de octubre de 1928 cuando se terminó la construcción, siendo para el rey Alfonso XIII la parada y fonda en sus viajes cinegéticos por la Sierra de Gredos. Su nombre era el de Junta de Paradores y Hosterías del Reino, que años más tarde pasaría a denominarse Paradores de Turismo.